En el 2030, Colombia debe haber reducido en un 20% las emisiones de gases del efecto invernadero y para el 2050 se espera que la economía nacional sea neutra en estas emisiones.
Todo ello, va a depender de como se reacomode la producción nacional en varios aspectos comenzando por la construcción de viviendas y el desarrollo urbano. Así, lo estableció el Ministro de ambiente, Luis Gilberto Murillo.
También habló del programa "Edge" que busca certificar a las construcciones nuevas en temas de sostenibilidad. La iniciativa ha sido impulsada por Camacol y la Corporación Financiera del Banco Mundial.
Ya ha sido aplicado en varios países del mundo y ha logrado reducciones en consumo de agua, energía y materiales de construcción. La meta para Colombia, es que para el 2024 una de cada cinco edificaciones estén certificados con Edge, por lo que tienen que demostrar desde la etapa de diseño que habrá un ahorro de 20% en los aspectos mencionados anteriormente. Este cálculo se realiza con base en los consumos que tienen las construcciones en el país.
"Lo que hicimos primero fue construir una línea base para saber en dónde estábamos en consumo energético y de agua, en diferentes pisos términos y en diferentes proyectos. No es lo mismo tomar decisiones para Bogotá que para Barranquilla o para la costa Pacífica. A partir de esa línea se generaron los lineamientos que se incorporaron en el decreto 1285 de 2015 y la resolución 549 del mismo año y acá finalmente se estableció cómo es la normativa para consumo energético. Después de esto nos quedamos pensando cómo hacemos para facilitar la aplicación de la norma, que no es opcional. Lo que es opcional es la certificación", asegura Sandra Forero, presidente de Camacol, en una entrevista para El Espectador.
La certificación se obtiene cuando la construcción esté terminada. Sin embargo, el proceso arranca desde los diseños de las construcciones, en la escogencia de los materiales y el análisis de los climas locales para aprovechar corrientes de aire, indices de radiación solar, entre otros. Por eso, la etapa de diseño es fundamental para cumplir con esto.
Si el país llega a cumplir con este programa Edge para el 2024 lograría ahorrar 64 millones de kilovatios por hora y 941 millones de metros cúbicos de agua menos en las construcciones de nuevas edificaciones. Mientras que para los usuarios de estas edificaciones representaría un ahorro de $2,6 billones de pesos en los servicios que tendrían que pagar.
Según Rada, solo el 5% de las construcciones en el mundo tienen certificaciones de sostenibilidad. Por lo que Ege busca que esto cambie y se llegue al 90%. Se trata de hacer este proyecto más democratizado y que no sea solo para edificaciones grandes, urbanas y caras. La idea, por eso, es llegar a todos.
El certificado solo incrementa los costos en un 0,25%, pero si se tiene en cuenta desde el diseño es mucho más fácil su implementación para el cuidado del medio ambiente que ya no es algo opcional, sino una necesidad que debe cumplir toda la sociedad alrededor del mundo.
Información tomada de: El Espectador