POT Bogotá, alegría de unos, tristeza de otros

El destituido alcalde de Bogotá Gustavo Petro fue considerado el mejor alcalde, no precisamente de la capital del paí­s sino de varias ciudades, que se vieron beneficiadas con las restricciones que el burgomaestre puso a la construcción, que generaron la desbandada de constructores a diferentes lugares de Colombia. Tal es el caso de Ricaurte, Cundinamarca, donde se activó el desarrollo de edificaciones por el "efecto Petro", haciendo que llegaran a este municipio grandes compañí­as del sector como Bolí­var, Pedro Gómez, Amarilo o Fernando Mazuera, al punto que allí­ actualmente se adelantan alrededor de 50 proyectos. En el caso de Bogotá el panorama es diferente, reina la incertidumbre jurí­dica, y los actores del sector andan alerta de cualquier cambio que pueda tener el POT que recientemente fue suspendido provisionalmente por el Consejo de Estado, entrando a regir el POT de 2004 mientras el alto tribunal toma una decisión de fondo que lo más posible sea la de tumbar definitivamente el "POT Petro". Alrededor de 232 licencias de construcción que fueron aprobadas en el marco del POT expedido por decreto por el destituido alcalde, porque no a todos los constructores los desfavorecí­a, legalmente tendrí­an sus derechos adquiridos y no presentarí­an inconvenientes. Por otra parte quienes vayan a solicitar nuevas licencias deberán hacerlo teniendo en cuenta el POT 2004, que a futuro dependiendo de la decisión final del alto tribunal serí­a el que regirá, con la posibilidad de ser sometido a modificación según la voluntad polí­tica del próximo alcalde de Bogotá.